¿Cuáles son los efectos de la alienación parental?
Los posibles efectos que puede tener el uso de un niño que es utilizado como paño de lágrimas, como confesor o simplemente como testigo de las habladurías de un padre contra el otro pueden ser múltiples:
Inseguridad: Al tambalearse los pilares sobre los que se apoya, la percepción idealizada de su padre y de su madre como cuidadores incondicionales. Los padres proporcionan una base estable y confiada desde la que se configura una personalidad sana. En esta situación de pugna y crítica la estabilidad y seguridad emocional le está siendo negada
Agresividad: Por los sentimientos contradictorios que le provoca la situación frente al amor genuino que un hijo siente por cada uno de sus padres, con sus virtudes y sus defectos. Los niños entienden en términos absolutos, de blanco y negro, su mente aún no está preparada para comprender que existen grises, cataloga en función del bueno y el malo.
Preocupación: Por la amenaza que supone para su propia seguridad y estabilidad.
Estrés: Al forzar su ritmo de desarrollo y obligarle a adoptar puntos de vista para los que todavía no está preparado.
Odio: No sólo al progenitor criticado; cuando se haga mayor este sentimiento revertirá sobre el progenitor que ha criticado al otro.
Tristeza: Por percibir que las dos personas que más quiere, desconfían y se critican entre sí. En algunos casos, incluso puede desencadenarse una depresión en función de la sensibilidad del niño y del contexto.
Frustración: Con frecuencia el niño quiere arreglar la situación entre sus padres pero escapa de su control.
Baja autoestima: Porque en la medida en que el niño toma como modelo a sus dos padres para el desarrollo de su propio yo, de su autoconcepto, habrá una parte que rechazará de él mismo.
Manipulación y engaño: En estas condiciones el hijo aprenderá a aprovechar cualquier fisura entre los padres para conseguir beneficios para sí mismo, saltarse límites, etc.
Sumisión: "Si yo no me ajusto a lo que los demás esperan de mí también seré criticado".
Crítica: Aprenderá a usar la crítica destructiva como forma de relación con las personas.
Infelicidad: El niño estará preocupado por cuestiones que le superan dado que está en etapa de desarrollo. Su universo infantil se ha roto.
Desconfianza: Porque la base segura de afecto y de estabilidad que deben proporcionar los padres le está siendo negada. En general, el esquema mental que tiene un hijo acerca de sus padres es de dos personas que se quieren. Desde su esquema infantil, aún en desarrollo, entenderá esta crítica como traición dentro de una relación de amor.
Fracaso escolar: Porque el niño no está centrado en su propio desarrollo, puede tener dificultades de concentración ya que su atención está focalizada en su propia supervivencia emocional y en el conflicto que se vive en el ámbito familiar.
Cabe realizar una previsión de que el niño que crece en un entorno de críticas de un padre contra otro tendrá una personalidad dañada, un autoconcepto pobre, baja autoestima, inseguridad, falta de habilidades sociales sanas, tenderá a relacionarse con los demás de forma manipulativa, será desconfiado en sus relaciones con los demás y llevará un pesado lastre para conseguir su propia felicidad. De esta forma, es esencial intentar acabar por todos los lados con el síndrome de alienación parental.
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